¿Y QUIÉN SOY YO?

¿Y quién soy yo? preguntaste una vez,

pues bien, déjame decirte que…

Nunca fuiste reflujo de la sangre en la herida y

nunca eres la flor que deshoja la ventisca,

si triste, si incierta, apóstata de tus sentimientos.

Nunca volverá a ser dañado tu corazón, nunca más,

no aparecerá de nuevo, nunca, en el reflejo de mi azogue…

la silueta distorsionada de un ser ya olvidado.

Eres luz, el faro protector que custodia mi playa,

desde donde no hace mucho, te estoy esperando,

con mi espíritu limpio y renovado…impaciente.

Has sido, y eres, la razón de mi universo

y la estricta doctrina de mi pasión,

serás por siempre fortaleza de mi delirio…

y eterna espectadora de mi devoción.

Si alguna vez, amor, tuvieras de nuevo necesidad

de volver a hacerte esa pregunta,

te ruego antes, te mires en mis ojos.