RECUERDO.

A la luz que muere en la oscuridad,

al abandono…

el destierro hacia el olvido de las palabras

pronunciadas.

Aquellas palabras dormidas, que aún nos

reclaman, que nos dicen que el recuerdo

no muere, que sólo en ocasiones se mitiga.

Al eco de las voces dormidas, el sonido

que envuelve cada rincón del pensamiento

y que agolpa con ímpetu, toda la fuerza

del  silencio.

Como esa luz callada, al final del horizonte,

reflejando las oscuras  sombras, que se convierten en

nosotros mismos. 

Al desolado error que el tiempo acusa,

al doloroso rostro de un camino vacío…

Donde no existirá ya, la armonía de ese sueño,

que apacible acaricia tus ojos, mientras murmura

el roce de tus labios.

El aire esparce las hojas secas a su paso,

y con ellas tu recuerdo , se lleva el aire el adiós,

se marcha la tarde con tu aroma…