A ti.
CAE LA TARDE.
Cae la tarde, a la hora del recuerdo,
el fuego apagado del horizonte, me
imagina llevarte, Aurora de Sueño,
allá donde el mar se vuelca sobre la Luna,
y las olas devuelven su acústico eco,
serenas al amparo de su reflejo.
Me dejaste olvidar que te amaba, cubriendo
de oscuridad los ojos que se reflejaban en el
lago de cristal…
ojos que arrebataban vertiginosos la insolencia
del amanecer, y tu boca, ardiendo en la comisura
de unos labios olvidados…mi alondra de quimera y
lamento.
Ayer me vi de nuevo en el espejismo de cielo y
estrellas, entre ausencias…
volví a recoger los rescoldos de esa hoguera extinguida
retórica estéril que se desvanece consumida
en la memoria del que te ama.
Cae la tarde a la hora del recuerdo y la espiración del día
hace resonar en el poniente las palabras
olvidadas y el
aroma de tu piel…el latir incesante de tu
cuerpo.
Aún habitas en este espíritu, que se atormenta
en el extravío
y sueña
con volver a tenerse en tus ojos, azules
de melancolía.
Sigue muriendo la tarde en el recuerdo, mas aún,
te sigo esperando…